jueves, 28 de julio de 2016

Hipocondría. Virginia Aguilar.

Uno no sabe muy bien de la posible estacionalidad de la hipocondría, esa enfermedad tan literaria. En poesía y ciencia, nos hemos acercado a ella en el calurosísimo principio de este verano de 2016. 



Estamos ante la poesía clara, precisa e irónica de Virginia Aguilar, joven poeta malagueña, que se diagnostica enfermedades muy sofisticadas y lee con mucha atención los prospectos y a Kavafis.

Hipocondría

Conozco bien mis males, y por eso,           
sin número,                                     
sola, me diagnostico                                   
enfermedades muy sofisticadas    

Sin ir más lejos ni salir de casa:    
padezco ahora mismo                     
una terrible fiebre                           
muy común en los trópicos.                       

Leo con mucha atención los prospectos   
y a Kavafis.                                       
Guardo cama esperando                
esos anunciadísimos y bárbaros    
“efectos secundarios”.                    

Virginia Aguilar (Málaga, 1977).


miércoles, 27 de julio de 2016

Sardinas en Madrid. En memoria de Currito.

Leo en la Guía del Ocio del día 22 de julio una de la recurrentes reseñas gastronómicas veraniegas. En concreto sobre las sardinas y dónde tomarlas en Madrid. Como apéndice hay un entrañable artículo recordando el hoy ya cerrado restaurante Currito de la Casa de Campo en el que se preciaban de servir las mejores sardinas a la parrilla de Madrid.




La lectura me ha producido bastante melancolía debido a los gratos recuerdos ligados en nuestra familia a ese restaurante. En el agosto de 1988 acercarse a Currito a primerísima hora de la noche era el único relax y descanso que podíamos permitirnos mi mujer y yo, que decidimos quedarnos todo el verano en Madrid con M., nuestra hija recién nacida, de unos dos meses, y con R., nuestro hijo mayor, de quince meses.

Llegábamos pronto y pasábamos un rato en la terraza interior dando cuenta de unas sardinas y de otras especialidades, con los niños en su carrito y silla, respectivamente. Y ahí ya recuerdo a R., de mi mano, mirando fijamente la parrilla con su fuego y su humo.

En los años siguientes esa necesidad del año 88 se convirtió en la espaciada costumbre, ya más placentera, de ir al anochecer en verano a la terraza de Currito con los dos niños pequeños que adoraban aquel espacio en el que ya - con cuidado y vigilancia - se movían solos y que adoraban las croquetas y los trozos de "chicha" y de sardinas que salían de las parrillas.




Sardinas a la parrilla
(Asador Mandanga de Santurzi)

Hay por tanto motivos muy personales para sentir lo de Currito, que cerró, definitivamente, hace dos años, y del que hemos visto reportajes visualizando el expolio que se ha producido con sus instalaciones una vez cerrado.

Pero hay, también, unos hechos objetivos del desastre a que han llegado ese puñado de magníficos restaurantes de gran calidad y enorme éxito en su día, situados en los antiguos pabellones de la Feria del Campo en la Casa de Campo de Madrid. Restaurantes que han sido llevados a la ruina por la idea de aquel alcalde "abundio" que para ser más progre que la mar, cerró la Casa de Campo al tráfico lo que dificultó y acabó de facto impidiendo - por las bravas - que centenares de clientes y parroquianos fueran a ese puñado de excelentes restaurantes, que han cerrado todos. Además, en esas circunstancias y con la crisis ya encima, el Ayuntamiento no fue capaz de rebajar el alquiler  a los restaurantes; lo que los acabó de rematar.

Leo, hace unos días, que el Ayuntamiento. de Madrid está pensando en abrir de nuevo la Casa de Campo al tráfico. Conociendo el paño, será una ocurrencia más que, a saber dónde llegará. Si llegara a ocurrir, sería irónico y una muestra de las vueltas que - a veces y para nada - da el mundo. En todo caso también ¡a buenas horas!

miércoles, 20 de julio de 2016

Free Bird. Lynyrd Skynyrd.

Con estos calores a uno le parece que estamos en el más profundo sur. Quizás un sur simbólico desde Madrid, sentido o soñado. En Tarifa con Paco de Lucía. O en el Algarbe con Madredeus




Lynyrd Skynyrd en 1973
(De la portada de LP Pronúnciese L-y-n-y-r-d  S-k-y-n-y-r-d)

O en el profundo sur de Estados Unidos: Florida, Alabama... y recordamos a Lynyrd Skynyrd y su lenta y perezosa Free Bird, composición del vocalista Ronnie Van Zant y del guitarrista Allen Collins.

La letra nos canta ese tópico del hombre despegado y de ninguna parte que se va a rodar por el mundo; el pájaro libre que se echa la culpa y se va.


If I stay here with you girl
Things just couldn't be the same
'Cause I'm as free as a bird now
And this bird you cannot change
Oh oh oh oh oh oh
And the bird you cannot change
And this bird you cannot change
Lord knows, I can't change

Hay quien considera que en Free Bird está el mejor solo de guitarra de la historia del rock. Es posible. 




Allen Collins con una Gibson Firebird
 (Photo credit: Lespaulforum.com)

También está un potentísimo sonido con tres guitarras y la voz magnífica y característica de Ronnie Van Zant que perecería trágicamente en el accidente de aviación de 1977 que acabó con el grupo

Tal vez sea mucho decir que en Free Bird (ahora en directo), está el mejor solo de la historia del rock, pero tanto Gary Rossington,  tocando la parte slide, como Allen Collins  y el solo atómico de su guitarra Gibson Explorer, resultan memorables y permanecen en nuestro corazón anclado estos días en un profundo "sur".

jueves, 14 de julio de 2016

Industria agroalimentaria

Frases lapidarias 

La elaboración de encuestas es un subsector de la industria pastelera

El Roto. Viñeta en El País, 14 de julio de 2016 


Con El Roto podríamos tener una frase lapidaria cada día. Hoy no he podido resistir la tentación.


Teniendo en cuenta el perpetuo estado de elecciones y de sondeos electorales que llevamos disfrutando desde hace un año (y lo que nos queda), parece - la industria pastelera - un subsector en alza. Atentos al IBEX.

miércoles, 13 de julio de 2016

Bodegón. Manolito el pollero.

En los años cincuenta, este poblachón manchego que es Madrid era una pequeña ciudad llena de tertulias de todo tipo y pelaje, de tertulianos a verlas venir y de personajes extravagantes. En medio de esa fauna se movió Manuel Fernández Sanz, (Madrid 1909 - Corellana, Asturias, 1966), conocido como Manolo o Manolito el pollero, extraordinario vividor, comilón y santo bebedor; notable personaje, en suma, que se movía en la noche y el día junto con intelectuales y escritores: Antonio Mingote, Manuel Alcántara, Camilo J. Cela, Gerardo  Diego, etc. (Ver Nota).


 Manuel Fernández Sanz: Manolo el pollero

El mote le venía porque su familia tenía - desde hacía varias generaciones – una tienda de aves y huevos en la que él apenas trabajó tres días en toda su vida; pero de la que se pulía todas las ganancias en invitaciones a comilonas y borracherías a los amigos, de forma que la familia acabó consiguiendo que un juez lo declarara pródigo y así intentar parar la sangría económica y el derroche perpetuo. Es conocida su frase – dicha entre escritores de

“Aquí el único que vive de la pluma soy yo, que tengo una pollería”

No publicó nada en vida y sólo después de su muerte sus amigos publicaron sus poesías reunidas en el libro “Silva, grillera y cigarral" , con prólogo de Camilo José Cela, que hoy es joya bibliográfica inencontrable.



En él, se encuentra el poema Bodegón en que se describe, con desgarradora gracia y feroz tremendismo, una taberna en la España de los cincuenta; un país pobrete pero alegrete en el que aún no se habían desarrollado ni se aplicaban muchas de las normativas y técnicas y tecnologías de higiene alimentaria que, afortunadamente, hoy se aplican; y que han hecho que ya, por lo general, no sea una peligrosa aventura comer cualquier cosa en casi cualquier sitio.

Como quien esto escribe tiene debilidad por las tabernas añejas donde fritangas diversas, tortillas, bravas – aliolis o mixtas, calamares y gambas gabardina y otras fruslerías muestran todo su esplendor, sea éste cual sea, creo que viene al pelo traer a  La perplejidad del buzo este Bodegón de Manolito el pollero, el cual, además del propio y solo gusto lírico que pueda proveer su mera lectura o escucha, puede servir como instrumento de medida,  comparación  y valoración de los actuales baretos y tascas.

Bodegón

Portada tinta de almagre,
tufo a bazofia y vinagre: bodegón;
fondo bajo
de cocina
donde el ajo
predomina.

Saquemos a colación
los bodrios que de acicate
nos muestra su escaparate.

sobre los desaguisados,
un cabrito y un lechón
se orean ajusticiados.

hay restos en pepitoria,
del Gallo de la Pasión
que esté en Gloria;

secándose, en los peroles,
aguantan ollas y días,
el pisto, los caracoles,
los callos y las judías;

a pesar del salmorejo
y las zurras con tomillo,
no se le borra el gustillo
domiciliario al conejo;

la fritanga de livianos
toma tintes albazanos

la paella
cobra del tiempo que pasa
dejando pátina y huella
solideces de argamasa;

menguantes, las pescadillas
cumplen, espinoso, un mes
mordiéndose en la cazuela.

El tarro de las guindillas
brama turbio en portugués
y asusta a la clientela;

y entre moscas y mosquitos,
se descuajaringa un queso
y se diluye un melón…

Divergentemente escritos
con blanco de España espeso,
a modo de colofón,
dos renglones
advierten al comensal:

“Se sirven medias raciones,
desde un real”.


Nota
En internet puede obtenerse alguna información sobre Manolo el pollero. Aconsejaría la lectura de las páginas que Manuel Alcántara le dedica dentro de su obra Cantigas de amigo, que se encuentra en la página web de la Fundación dedicada al insigne periodista y escritor malagueño.



martes, 12 de julio de 2016

Sin perdón y el ultimo tiroteo americano

Veo en la televisión Sin perdón, la gran película de Clint Eastwood. Posiblemente el último gran western rodado. Me asombro y me hago cruces: es de 1992. ¿Tanto tiempo ya?. Si parece que fue ayer. Cómo pasa la vida.

Su banda sonora es bellísima y está compuesta por Lennie Niehaus, el gran saxofonista de Jazz de la Costa Oeste, (ver por ejemplo el album "The Octet #2 Vol 3" de 1955), que desde 1960 practica música de cine; siendo uno de los grandes compositores de bandas sonoras de Hollywood.



Coincide con el ultimo y enésimo tiroteo americano con víctimas de USA en Dallas. No consigo entender al pueblo americano: el racismo que no cesa, todos armados hasta los dientes y las policías locales insensatamente militarizadas y sin control. En el país de la democracia, de los emprendedores y de los derechos civiles.

Lo del robot que, en vez de desactivarlas, coloca bombas en automático y por control remoto es una innovación, que ya veremos cómo se va a repetir: se ha abierto una nueva veda.

Nada bueno.




miércoles, 6 de julio de 2016

Gloria's Step: el legendario Scott Lafaro

Hoy se cumplen 55 años del final del grupo formado por Bill Evans, Scott La Faro y Paul Motian, considerado por muchos aficionados el mejor trío de piano, bajo y batería de la historia del jazz, que sólo duró dos años escasos. Se inició a mediados de 1959 y finalizó su andadura el 6 de Julio de 1961, con la muerte en accidente de tráfico del contrabajista Scott LaFaro.


 LaFaro, Evans y Motian 
en un descanso entre pases en el ViIllage Vanguard
Este trío reinventó los papeles clásicos de los intérpretes: del liderazgo continuo del piano; con el contrabajo dedicado en exclusiva a marcar los tiempos al modo de un metrónomo, los miembros del trío actúan como interpares dando tanto protagonismo al contrabajo como al piano, rompiendo los conceptos de instrumento solista y acompañantes. El contrabajo pierde casi por completo sus funciones metronómicas.

Con este grupo, Evans se convirtió en una estrella. Por desgracia, LaFaro murió prematuramente a los 25 años. Evans sumamente afectado pasó un año completo de retiro, sin tocar el piano; retomando su carrera con el contrabajista Chuck Israaels en 1962.



Además de lo innovador de su estilo, totalmente novedoso en la época, pleno de fuerza y técnicamente impecable, que tanto y tanto iba a influir en el futuro del contrabajo en el jazz, LaFaro dejó dos composiciones extraordinarias: Jade Visions y Gloria’s Step incluidas ambas en el LP Sunday at the Village Vanguard, grabado en directo en el club de mismo nombre el 25 de junio de 1961.

El estilo de este trío único se muestra plenamente en Glorias’ Stepdinámico, fresco e inteligente 55 años después. Hoy mismo, en el aniversario del fallecimiento de Scott laFaro.

lunes, 4 de julio de 2016

Estamos como queremos

En estos días de trabajo intenso y atropellado me queda poco margen – digamos que es una combinación de falta de tiempo, ganas y oportunidad - para comentar noticias de actualidad. Y eso que muchas son de aúpa.

Y si no se hace alusión a las noticias graves - ¿Qué puede añadir uno a ellas si no sabe gran cosa? – cómo ponerse a comentar frivolidades, como esa - que corre por algunas redacciones y por internet -  del loro Bud de Michigan, testigo, al parecer del asesinato de su dueño, del que están pensando si utilizar la frase que al parecer repite con insistencia: “¡No dispares!”, como evidencia para el juicio.


Y la última, con calificación de "aurora boreal", es lo de Vueling; representación elevada a la enésima potencia de la pesadilla que en que se pueden acabar convirtiendo actuales empresas de servicios aparentemente modernas.

Y encima, seguimos con un calor descomunal. Estamos como queremos.