lunes, 1 de septiembre de 2014

Un pez llamado Bermejo: el genio de Antonio Madrigal

Nada mejor para retomar el blog que recordar momentos agradables del verano. Casi al final, el pasado sábado, después de unas compras por Segovia y antes de volver a Madrona y sus fiestas, tomando un café tranquilo en la cafetería La flor de América de la calle Santo Tomás, me encuentro, al hojear El Adelantado de Segoviacon la viñeta de Madrigal, auténtica columna periodística  gráfica con una insólita visión altruista de la crisis, que les pongo a continuación.



Va por delante su estilo de dibujo y pictórico que el vitralista Muñoz de Pablos describió en su día certeramente, indicando que: "(Madrigal) ...aborda su trabajo con arrebato de colores vibrantes y a veces disonantes, por encima de armonías cromáticas amables. Sin aprovecharse, sin entretenerse en soluciones conocidas, siempre con aportaciones sincopadas y directas, con un gran dominio de la aparente improvisación, como los maestros del jazz”.

El trazo inconfundible, los colores vivos y el argumento. No es sólo - y ya la sorpresa es mayúscula - que  a las faldas del Alcázar un pez del Eresma casi se inmole para ayudar a un pescador hipotecado y con hijos. Es que, después, la respuesta del compañero pez de que “se lo piense; que tiene familia”, riza el rizo. Y lo que finalmente parte con la pana - y es guinda para recordar siempre - es que el pez tiene nombre: Bermejo. Es genial, un pez altruista ( y segoviano) llamado Bermejo. 

En resumen: oficio, retranca y genialidad. Tres en uno. El maestro Madrigal sigue en forma. 

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