viernes, 31 de enero de 2014

La vida sigue (en 2014) igual

Llevamos ya un mes del nuevo año y podemos comprobar que la vida sigue igual. O sea que, en algunos temas, sigue el renovado estupor de lo mismo y el eterno retorno de Perogrullo.

En cuanto al estupor de lo mismo, hoy ha cerrado el Tribunal Supremo, (Laus Deo), el juicio al constructor y ex-presidente del F. C. Barcelona, José Luis Núñez, noticia a la que les enlazo. Ahí van algunos de los principales datos:
- Duración: 15 años
- Documentación generada: 50 metros cúbicos. Es como si llenáramos con cajas completamente, - es decir, sin poder entrar - un salón de 15 metros cuadrados.
- Medido en folios: un millón 



(De poderjudicial.es)

Mérito y pasta. Echar a rodar el juicio, de instancia en instancia, de recurso en recurso... ; así hasta que que el azar quiera. No les menciono la reducción de las penas y tal. Para que no lloren.

Debe haber algo intrínsecamente diabólico en la configuración general del sistema que opera la justicia en España. Y aún hay optimistas, (ó cínicos), que dicen que la justicia no funciona porque no se le destinan suficientes recursos económicos.

Luego están los sartenazos que atizan diversas administraciones con motivo de ordenanzas exageradísimas, tanto en el concepto como en el importe de las multas. (Cuestión de la que ya trató el buzo en la entrada Sanciones extravagantes). Ahí tienen a ese hombre al que el Ayuntamiento de Barcelona le ha metido una sanción de 155.000 euros, por poner anuncios de mudanzas en lo árboles. 




Ayto. de Barcelona (de wikipedia)

Que la multa unitaria sea de 375 euros por poner el cartel, ya tiene bemoles; pero que un funcionario - parece que un guardia urbano - rastree los árboles del barrio para meterle cientos de sanciones es de aurora boreal o, como dice el abogado del acusado, ( o sea, de la víctima), ensañamiento duro y puro.

Después están las perogrulladas. Una de la últimas es la idea, promovida por el Colegio de Arquitectos de Madrid de poner un banco en la Puerta del Sol para ver si la gente se sienta en los bancos y si le gusta hacerlo. Como en la Puerta del Sol, no hay ni un solo banco para sentarse ni una sola sombra en la que guarecerse, el asunto es obvio. 




Puerta del Sol de Madrid (de wikipedia)

Naturalmente que el pueblo quiere espacios para sentarse y sombras en las plazas. Perogrullo puro. Es lo de la décima de Fernández de Moratín

Admirose un portugués
al ver que en su tierna infancia
todos los niños en Francia
sabían hablar francés. 

O la frase que utilizaba el padre del buzo para desmontar las cosas obvias: 

Tú, ¿que prefieres?; ¿que te den un bocadillo de jamón o que te peguen una patada en el culo?

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