martes, 12 de noviembre de 2013

Cierre de canal nou y otras perplejidades

Anda el buzo algo descolocado con las reacciones a la decisión del cierre, después de la sentencia judicial habida, de la radiotelevisión autonómica valenciana por parte de su gobierno regional. Los mismos que hace no mucho clamaban repetidamente por el cierre presto de una televisión deficitaria y partidista; ahora ven, en la decisión del cierre, un atentado contra la libertad de información. El tiempo ha debido cambiar el color del cristal con que se mira la cosa.


Por otra parte, la decisión judicial es de esas que parecen tener como lema: “Hágase justicia y húndase el mundo”. No es la primera vez, ni será la última, que las indemnizaciones laborales, surgidas de sentencias, se han llevado por delante lo que quedaba de maltrechas empresas privadas y públicas, también.


¡Ah la justicia en España! Arrancada de caballo brioso y parada de burro manso. Ahora hace un año ya del inicio del caso Emperador contra el malvado Gao Ping  y sus secuaces;  ¿recuerdan? Andará ya, a poco, por los 14.000 folios. Y lo que te rondaré. Seguramente. A ver de hoy en un año lo que nos habrá de crecer.

Como veo que me estoy yendo del coro al caño, paso a dales cuenta de una perplejidad que he tenido hoy. Es acerca de una empresa de cría de langostinos, instalada mar adentro, según relata José Carlos Capel en su blog Gastronotas La empresa se llama Gamba Natural , está en Medina del Campo y utiliza agua del grifo filtrada y sales del Mar de Arabia. 

Sumamente aperplejado al principio; lo asumo al instante con naturalidad; ya no me extraño de nada. Y no doy por imposible un comentario, que surge en el blog, acerca de si llegaremos a ver cerdos criados en bateas de mejillones. Aunque los langostinos de Medina del Campo, algo caros ¡eh!; por encima de las posibilidades de buzo, la verdad.


Torre del Reloj en Alcañices
(Autor: Antramir. En Wikipedia)

Sobre lo de no extrañarse de nada, le viene a la memoria al buzo la frase aquella de Narciso García, “Minuto”, personaje - al parecer memorable - mencionado en el libro “Di tú que has sido. Estampas alistanas” de Jesús Barros Martín, que decía, allá por los mediados del pasado siglo en la ciudad de Alcañices, Zamora:

“Desde que la Cagacha se casó, el que apareció en el cesto llegó a Capitán y las anginas se curan por el culo, es que ya creo todo”.

O sea, que hemos perdido la capacidad de sorpresa. Y con el internet, más.

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