martes, 6 de noviembre de 2012

Y se marchó

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Posiblemente sea la administración de la justicia el mayor fracaso del estado español. Leyes europeas complejas, completas y garantistas con una organización desfasada, con procedimientos antidiluvianos y una nación ávida de litigar, de poner pleitos y, después, recurso sobre recurso: de la primera instancia a las audiencias provinciales y territoriales, después el supremo, ¡el constitucional! y , en ocasiones (un redoble, por favor) a los tribunales europeos. Un cuento de nunca acabar.




(De tintaindeleble.blogspot.com.es)

Así cada pleito dura años; tres, cuatro,...diez o más, ..., o una vida entera. Por eso, me parece modélica la decisión de la magistrada del juzgado de primera instancia de Alcobendas que se ha ido hastiada de las más de seiscientas denuncias o querellas o lo que sea presentadas por las tribus de la telebasura nacional: Telecinco, sus productoras y su fauna asociada , que asientan sus reales en esa agradable ciudad del norte de Madrid. Ahí os quedáis ha dicho y se ha ido en silencio y sin armar bulla. Ejemplar.





Portada del número uno de La Codorniz

Mientras tanto; las eternas promesas de reforma se quedan en las probatinas y ocurrencias de los sucesivos ministros del ramo. Las últimas, las de Gallardón y sus tasas disuasorias. Es un auténtico atropello. Creo que el  catedrático de la Universidad Complutense de Madrid, Andrés de la Oliva, tiene peso y solvencia para tratar del tema. Además, el sujeto no parece ser sospechoso de ejercitar una mera oposición ideológica  en el sentido político del término. Lean, por favor, su tercera de ABC de título La justicia del Estado no se "recorta", aparecida el 31 de octubre. Si estas son las reformas que nos trae este gobierno para la administración de la justicia, ¡que Dios nos pille confesados!.  Parafraseando - en sentido contrario - la sección de la vieja revista La Codorniz : ¡Tiemble después de (no) haber reído! 
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