jueves, 26 de mayo de 2011

Alcañices 1936. María de la O

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En el mes de julio de 1936 un niño de ocho años iba con su familia los domingos a Alcañices a ver a su padre, carabinero y preso, como el resto de carabineros de la comarca, en los primeros momentos de la guerra civil. El niño era mi tio Segundo y el padre era mi abuelo Tomás,  carabinero en Vivinera, cerca del partido judicial de Alcañices de la provincia de Zamora, tocando con Portugal. Los carabineros - del Cuerpo de Carabineros de España -eran, traducido a términos entendibles hoy en día, algo así como una guardia civil de fronteras.


Monumento al Cuerpo de Carabineros en El Escorial (de Wikipedia)

El cuerpo de carabineros no era lo que se dice "afecto" al levantamiento del ejército en 1936 y se alineó fundamentalmente con el gobierno de la República. Por ello, poco después del alzamiento del 18 de julio – como ocurrió en otros muchos lugares- en esa zona, que era "zona nacional", trasladaron o concentraron o encarcelaron a todos los carabineros, de esa zona de la frontera con Portugal, en Alcañices. Hasta nueva orden.

Gracias a Dios, al cabo de unos meses las órdenes fueron que se podían volver a sus puestos. Las órdenes podían haber sido otras más, digamos, drásticas, como así ocurrió en otras partes de la zona nacional. En este caso hubo suerte. Mi tío Segundo lo cuenta en sus memorias. Lo cuenta ahora, con sus más de ochenta años, como lo veía el niño de pueblo que era.

Me acuerdo que, todos los domingos, las familias de los carabineros de Vivinera, íbamos de paseo a Alcañices a pasar la tarde con nuestros “heroicos” padres. Los niños lo pasábamos bomba,  correteando en la plaza y escuchando, “por primera vez en nuestra vida”,  una potente radio que, de lo alto de un balcón, transmitía arengas patrióticas, noticias de la guerra y canciones y más canciones. Así aprendimos Cara al sol; Por Dios, por la patria y el rey; Soy valiente y leal legionario; Manolo mío;  María de la O, etc. 

Los deliciosos paseos a Alcañices no duraron mucho tiempo. Cuando la guerra arreció, los falangistas tuvieron que abandonar la frontera para ir al frente. Y naturalmente los carabineros volvieron a sus puestos a espantar a los pobres contrabandistas.


Cartel de la película María de la O de 1936

Así que en 1936, solo después de tres años de su creación, en un tiempo casi medieval, en que no existían los inmensos medios de comunicación actuales, pero en que sí que comenzaba la historia de la radio, ya estaba María de la O con nosotros, diseminada por los lugares más recónditos de España en plena guerra civil. 

María de la O
qué "desgrasiaita", gitana, tu eres teniéndolo "to"

¡ Ay, este estribillo que nos viene acompañando ya casi ochenta años!. De Estrellita Castro - pasando por Marifé de Triana y Lola Flores-  hasta casi hoy mismo con El Cigala o Diana Navarro. Por ejemplo.
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