viernes, 15 de abril de 2011

Incomprensible y fascinante

Vista del Dnieper desde cerca de Kiev

La maquinaria fantástica de internet que habita detrás de las pantallas de este blog : sóftwares diversos, servidores remotísimos, redes que cruzan mares y continentes, etc. produce el milagro no sólo de que el buzo se pueda enterar del número de páginas vistas por días o semanas, sino también de los países desde los que alguien se asoma a estas páginas. Por otro lado, me imagino que se harán cargo de que la difusión de este blog en que el buzo se asoma al mundo es bastante modesta. No hay un ánimo explícito ni un ansia viva de crecer; sólamente el empeño de que un reducido grupo de amigos y conocidos me hagan la merced de asomarse a él de vez en cuando.


San Antonio de Prado. Antioquia

Por eso me resulta bastante incomprensible y a la vez fascinante ver que se produzcan algunas veces visitas a "La perplejidad del buzo" desde sitios que ni me podría nunca haber imaginado: Ucrania, Eslovenia, Perú, Colombia... Es sin duda, aunque suene un poco cursi, la magia de internet. Su poderío. Se que es probable que estas páginas vistas sean, en su mayor parte, fruto de la fugacidad volandera de pasar casi sin mirar, de navegar rápidamente de unas páginas a otras. Pero también al buzo le gustaría pensar que allá lejos, por ejemplo, cerca de Kiev, en tierras  ucranianas o en el departamento de Antioquia, en Colombia, alguien está de vez en cuando pensando en abrir "La perplejidad..", y ver con curiosidad qué canción se glosa o el sucedido que se comenta. Alguien que se siente cerca, hermanado en la distancia con el buzo.
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