jueves, 13 de enero de 2011

Carosone

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En la primavera de 1980, el buzo acababa de regresar de un curioso servicio militar en Melilla, había comenzado a trabajar y acudía con frecuencia los domingos a pasar la mañana al rastro con  sus antiguos compañeros de bachillerato y amigos Javier P. y Leonardo G. El primero, Javier, tenía un puesto de cintas piratas grabadas en casa (¡qué tiempos sin SGAE!) y el segundo, Leonardo, le ayudaba a ello. Charlábamos, nos tomábamos unas cañitas, llegaban más amigos … En fin: those where the days. Qué tiempos.


Les solía comprar cintas y en una de la Pasadena Roof Orchestra, y para completar ambas caras me grabaron algunas canciones (de los antiguos estandard-play, o EP's), de Renato Carosone. Ahí estaban Marusela, Picolisima Serenata, Torero y Carlota. Ahí conocí al grande Carosone. Esa canciones iniciales, de la que mi preferida es Carlota, (a voleo recuerdo la letra, seguramente mal escrita “.. si tiene un papá qu’e ensegnante, comendatore profesore de latino… I voglio, sempre i voglio, fortissimmamente i voglio…”), y otras muchas más me han acompañado desde entonces. ¿por qué?.


La  biografía que aparece en su página web oficial – http://www.renatocarosone.it/ – acaba con una pregunta retórica:

Renato! Che cos’è questa: musica o gioia di vivere? “Tutte e due le cose”.

Alegría de vivir. Cualquier canción de Renato Carosone es una inyección de alegría de vivir. Por eso ahí está, inmortal y renaciendo en cuanto se descuida el mundo. En 2010, a nivel mundial saltó con gran éxito  Tu vuo fa l’americano en una versión discotequera, tipo "dance" - supongo - que hizo Yolanda Be Cool. Después El Corte Inglés utilizó para su campaña de verano Il pericolo numero uno, y finalmente José Mota se inventó en el programa de fin de año un peculiar papa_ratzinger que apostaba por un futuro (y seguro) papa_americano.

Con una excelente formación académica como pianista, echó los dientes en su profesión en el norte de África, entre 1938 y 1947, segunda guerra mundial incluida. El esplendor de la carrera de Renato Carosone duró unos diez 10 años. En ella acabó siendo el vero rey del canción napolitana. Su repertorio incluye baladas tradicionales napolitanas y, de cosecha propia, boleros, cha-cha-chás, twists a su manera y canciones directamente gamberras, (como por ejemplo Caravan Patrol). Acompañado siempre por el batería y también cantante Gege di Giacomo que era otro personaje, como habréis podido comprobar. 


Se retiró en 1960, a los cuarenta años, en lo más alto, en la cresta de la ola. Veía del mundo de las variedades, de las salas de fiestas y cabarets, de los dos pases por noche. Siempre impecable, con sus trajes claros de corte exquisito, sus corbatas Puzzi. Venía venir nuevos tiempos: la era del rock de cantantes jóvenes en blue jeans en la que no quería arrastrarse. Volvió después, a partir de 1975, el olor de multitud con el favor permanente del público, hasta su muerte en 2001. 


Por cierto, han puesto por televisión esta misma noche Avanti, una de las últimas películas de Billy Wilder. De 1972, se desarrolla en la isla de Ischia, frente a Nápoles, dónde Jack Lemonn y Juliet Mills intentan entre mil líos enterrar a sus padres amantes y acaban enamorándose. ¡Qué bien le habría sentado a la película haber podido meter dentro a Renato Carosone!. ¿O no?.
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